Deja un sabor amargo comprobar que hay cosas que nunca cambian en el modo de proceder de algún sindicato. Seguimos viendo con asombro la desfachatez con la que se atribuyen méritos que no les corresponden sobre la garantía del 84% del valor de la Variable, cuando la realidad es que no formaron parte del inicio de aquel acuerdo ni estaban presentes en la idea inicial, subiéndose en marcha en calidad de invitados y pretendiendo, ahora, ser los dueños y señores de la casa.
Es cierto que ellos no suscribieron el acuerdo de Desarrollo Profesional, alguna verdad cuentan, y por lo tanto, es gracias al esfuerzo de UGT por lo que los ferroviarios y ferroviarias venimos percibiendo salarios más dignos desde su firma en 2010. Que cada uno haga sus cuentas del incremento salarial que hemos percibido año tras año a consecuencia de la firma del Desarrollo Profesional. Esa es la cantidad económica que el sindicato mayoritario de los NO FIRMANTES pretendía negarles a los ferroviarios y ferroviarias.
Es una lástima que por entonces (2010), no fuéramos capaces de prevenir que una década más tarde, en 2020, iba a irrumpir una pandemia mundial causada por un virus desconocido para la especie humana, provocando el confinamiento total durante meses, más de un año de movilidad restringida y números devastadores de contagios y muertes cuyos efectos económicos y sociales aún están por determinar. Si ellos sí tenían conocimiento de lo que iba a pasar, quizás podrían habernos avisado para así poder fijar en el Desarrollo Profesional el modo de proceder al respecto y todos nos habríamos evitado un quebradero de cabeza.
En cualquier caso, desde UGT defendimos en el acuerdo del 29 de diciembre que la variable de 2020 no suponga ninguna devolución de las cantidades a cuenta percibidas durante el año. Pero, además, defendemos que el año 2021 partamos de los valores de referencia que actualmente tenemos para conseguir un acuerdo beneficioso para los trabajadores y trabajadoras del Grupo RENFE. Cualquier otra interpretación de la postura de UGT, no es más que un burdo y malintencionado engaño.
En definitiva, con posturas como las mostradas por quien se define como sindicato de clase, basadas en la mentira, la falsa atribución de resultados y la más que dudosa honestidad que demuestra, es difícil llegar a una postura común y dinamita esa unidad de acción que tanto cacarean. No obstante, desde UGT vamos a continuar trabajando para conseguir el mejor acuerdo posible y para evitar que los ferroviarios y ferroviarias sean los perjudicados por este tipo de acciones y actitudes.